¿Qué es TLC?
Las siglas TLC significan Tratado de Libre Comercio. Son pactos político-económicos entre dos o más naciones, por lo general de una región común y de intereses compartidos, en los que se eliminan ciertas barreras comerciales y de índole social para satisfacer necesidades de todas las partes por igual.
Cuando dos, tres o más países integran un enclave geográfico determinado en zonas continentales o de ultramar, éstos tienden a asociarse para colaborar en los beneficios. Como la economía mundial moderna se basa casi exclusivamente en el comercio de bienes y servicios entre países, y los aranceles, impuestos y trámites abundan en términos generales, los países vecinos y amistosos derriban estos obstáculos a fin de poder establecer
Importancia de un TLC
Los objetivos de los TLC son el desarme arancelario: eliminar barreras arancelarias y no arancelarias para la exportación e importación de productos entre naciones. Derivado de este mayor flujo de mercancías, se aumenta la producción de productos nacionales, se genera empleo, hace a las empresas más competitivas, fomenta la creación de nuevas empresas, la inversión entre ambos países y la compra de productos extranjeros más baratos, además de facilitar los procedimientos aduaneros que en ocasiones resultan muy engorrosos entre determinados países.
Las ventajas son claras: reforzar la estabilidad macroeconómica, incrementar las exportaciones e importaciones y diversificar mercados, reforzar la seguridad jurídica y facilitar las reglas del juego en el comercio internacional.
En el lado opuesto podemos encontrar algunas desventajas como el consumo de muchos recursos de Comités y grupos sectoriales que dedican muchas horas de trabajo, la competencia de otros países que venden sus productos mucho más baratos por tener bajos costes de producción, problemas medioambientales por exceso de producción no bien regulada…
Se han notificado a la OMC, Organización Mundial del Comercio, a fecha 1 de enero de 2015, más de 100 TLC firmados o en proceso de negociación.
En el caso de España, es la Comisión Europea la que negocia en nombre de todos los Estados miembros los Tratados con terceros países.
Estos Acuerdos son sin duda, desconocidos para una gran mayoría de empresas y operadores del comercio internacional y ofrecen ventajas no suficientemente conocidas y aprovechadas.
Son imparables y su firma, sin duda, redundará en un mayor flujo comercial entre Estados y la generación de empleo tan necesaria en muchos países.